El territorio que habitamos ha sido producto de un largo proceso de conformación que nos habla de nuestro pasado, de nuestro presente y de los posibles futuros.
Constituye lugares que forman parte de nuestra manera de entender el mundo, de cómo nos relacionamos entre nosotros, con el entorno y con los demás seres vivos. Construimos nuestro territorio y él, a su vez, nos construye a nosotros.
El territorio refleja nuestra cultura, nuestra memoria colectiva, nuestra identidad como pueblo. Creamos y recreamos a través del tiempo cada esquina, casa, cada piedra, cada montaña…
Con esta exposición queremos contribuir a conocer el territorio que habitamos y, de esta manera, conocernos a nosotros mismos, empezando por aquellos lugares que nos permiten divisar el horizonte, donde se despliegan nuestros sueños y casi tocamos el cielo…, nuestras montañas.